RESILIENCIA: Afronta Tus Obstáculos y Fortalécete

Publicado por Daniela S. | 0 comentarios

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En la vida, así como constantemente podemos estar rodeados de momentos felices, también podemos fácilmente toparnos con situaciones difíciles, con cosas o personas que se interponen en el camino a alguna meta y que son capaces de lastimarnos, detenernos o hacernos ceder, en pocas palabras, nos topamos con obstáculos. En este sentido, la diferencia entre cada uno de nosotros realmente está en la forma en que dejamos que estos obstáculos afecten nuestra vida y en como decidamos manejarlos para convertir algo negativo en algo positivo.

La diferencia es hacer de nosotros personas resilientes, ¿Lo has escuchado?

La resiliencia es, precisamente, la capacidad del ser humano para no sólo hacer frente a las adversidades de la vida y superarlas, sino ser transformado positivamente por ellas. Un ejemplo de esto es el conocido caso de Ana Frank, una niña judía de doce años de edad condenada durante dos años a vivir oculta y en situaciones deplorables con su madre y hermana en Amsterdam, Países Bajos, para escapar de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Durante este tiempo, en el que sufrió trabajos forzados, hacinamiento y enfermedades, Anna escribió un diario en forma de cartas dirigidas a una amiga imaginaria en el cual relataba sus historias, sus sentimientos, y por sobre todo sus reflexiones resilientes pues, a pesar de las terribles condiciones en que se encontraba, sus textos estaban repletos de expresiones del “yo puedo”, “yo tengo”, “yo soy” aunque desafortunadamente Ana no haya logrado sobrevivir a tal situación.

El padre de Ana también constituye otra muestra de esta maravillosa cualidad. Después de haber sufrido una situación similar a la de su hija, Otto Frank logró sobrevivir y salir al mundo nuevamente; a pesar del terrible descubrimiento de que su esposa e hijas habían fallecido este hombre decidió no dejarse abatir y seguir viviendo por ellas, de esta manera logró fortalecerse en plena adversidad, continuar luchando por los derechos humanos y publicar el diario de su hija cuyas palabras, junto a su propia experiencia, serán siempre un maravilloso ejemplo de crecimiento, superación, fortaleza y mucho más.

Estas personas, así como otras resilientes, tienen puntos en común ya que son seres activos y, por sobre todo, flexibles y adaptables; son personas que, más que resistirse al cambio y sufrir en él, optan por asumir su situación y buscar otra salida; optan por actuar en lugar de desesperarse basándose en su confianza en sí mismos, en el amor por sus seres queridos y en el apoyo de otros (como la amiga imaginaria de Ana)

A temprana edad, en medio de circunstancias tan adversas, Ana Frank fue capaz de mantener su optimismo y su confianza. Su ejemplo puede ayudar a muchos de nosotros que, tal vez, sin padecer tamañas adversidades, flaquean frente a las contingencias de la vida.

Espero que esto te ayude a recordar que, en palabras de Ana, “Quien tiene coraje y confianza no zozobrará jamás en la angustia” (7 de marzo de 1944), y también que “La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede” Aldoux Huxley.

Ahora ¿Qué piensas? ¿Eres tú una persona resiliente? ¿Te animas a tener presente estas historias en tu vida?