El Ocio es la Madre de Todos los Inventos

Publicado por Daniela S. | 0 comentarios

Imagen de: www.monicamoralesrodriguez.blogspot.com

A todos nos gusta disfrutar de un buen rato de ocio, entendido como “tiempo libre” (especialmente después de uno o varios días de mucho trabajo) y para cada uno es distinto. Para algunos “ocio” es estar acostado viendo televisión, para otros es salir con los amigos o cualquier otra distracción, pero siempre se trata de una actividad relajante o divertida.

Un gran cantidad de personas lo consideran algo negativo porque el “hacer nada” no es productivo, (estas personas no saben que en el diccionario el “ocio” también se define como “obras de ingenio”, además que descansar de esta manera es Realmente Necesario, porque una persona que no descanse es más propensa al estrés, enfermedades, y a los errores.

Sin embargo, al contrario de lo que muchos piensan, varios inventos y sucesos a lo largo de la historia han demostrado que el ocio sí puede ser productivo y no solamente eso, sino también Ingenioso. ¿Sabes cómo?

Para ilustrar mejor mi punto les he traído las palabras de Guillermo Summers, autor de 50 inventos y la mente que los parió:

“¿Sabía usted que a John Walker le ardía la cabeza de tanto pensar y que por eso inventó una cerilla a la que también le ardía la cabeza? ¿Sabía usted que allá por 1852 un tal Simpson (no el de la tele) empezó a utilizar el cloroformo para dormir al personal sin necesidad de ver la tele? ¿Sabía usted que Benjamín Franklin era científico, moralista, impresor, editor, urbanista y político, pero que paradójicamente se hizo famoso por inventar tontamente el pararrayos jugando con una cometa? ¿Sabía usted que de cada 100 inventores, 50 son la mitad?”

Como pueden ver, varios de los grandes o populares inventos de hoy en día han sido creados en las más casuales situaciones (y eso sin mencionar el popular caso de la penicilina que fue inventada por accidente) muchas veces en momentos que en un principio pudieron haber sido “de ocio”.

Teniendo esto en cuenta quizás la cuestión sea disfrutar del ocio pero recordar que todos los excesos son malos y, por sobre todo, disfrutarlo de manera inteligente. Es natural y agradable que disfrutemos de un tiempo viendo televisión o  navegando en internet, pero también podemos hacer algo productivo que no implique “ponerse a trabajar” ni sea sinónimo de “estrés”.

Usar tu tiempo libre para hacer deporte, ejercitarte, visitar a familiares lejanos, a viejos amigos, sentarte frente a tu computadora o a una hoja de papel y plantear ese proyecto en el que has estado pensando pero para el cual no habías tenido tiempo, son excelentes maneras de llevar a cabo un ocio productivo.

Lo que decidas hacer, lo que quieras producir o la vía ingeniosa que tomes para lograrlo siempre dependerá de ti, sólo ten en cuenta que productivo no es sinónimo de “difícil y agotador” sino de “beneficios” para ti y para otros y cualquiera puede ser un buen momento.

¿Qué inventarías tú para el ocio productivo? Yo, personalmente, escribo.