PERCEPCIÓN: La “Primera Impresión”

Publicado por Daniela S. | 0 comentarios

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Generalmente sabemos que hay mucha más en una persona que tan sólo su apariencia, pero cuando conocemos a alguien con “ropa extraña”, mirada perdida, actitud negativa, entre otras cosas, es más probable que pensemos mal de ella y que nuestro interés baje a que pensemos que deberíamos conocerla más a fondo.

Estas dos ideas parecen contradecirse enormemente, entonces ¿Qué es realmente lo más importante?

Los buenos valores nos indican que el físico de una persona o su manera de vestir no es lo que la define en cuanto a personalidad, inteligencia  o bondad y es cierto, sin embargo es inevitable conocer a una persona por primera vez y sacar conclusiones sobre ella en base a lo poco que conozcamos (mayormente su apariencia si es primera vez que interactuamos) no precisamente porque seamos malo o “prejuiciosos” sino porque es parte de nosotros el indagar y precipitarnos (si realmente estamos interesados) en conocer a la persona por nuestra cuenta.

Así que ¿Qué tan importante es esa primera impresión? Pero muy especialmente ¿De qué manera te afecta a ti y a otros y cómo podemos hacer para mejorarla?

La próxima vez que conozcamos a una persona y hayamos sacado nuestras acostumbradas y rápidas conclusiones sobre ella tengamos presente que si bien esto es importante, porque necesitamos saber si es bueno relacionarse con esta persona, también es limitativo. Si tu primer impulso es concebirla como alguien negativo porque no te sonrío como tú a ella, ten en cuenta que quizás estaba teniendo un mal día, si por el contrario te pareció encantadora y agradable, recuerda que aún quedan muchos aspectos por conocer. A fin de cuentas esto puede resumirse en el hecho de que las apariencias (ya sean buenas o malas) a veces engañan.

Hay que recordar que esta crítica es un proceso mutuo, y en ocasiones esa primera impresión se hace esencial como lo es el caso de las entrevistas de trabajo, así que así como esperamos encontrarnos con una persona agradable procuremos también agradar, tanto por el hecho de que nos ayuda a mejorar nuestras relaciones interpersonales como por el hecho de que nunca sabemos lo importante que puede ser esa persona para nosotros en un futuro.

Recuerda: así como juzgamos también nos juzgan. ¿Alguna vez haz juzgado mal a alguien para después darte cuenta de que realmente era una buena persona? ¿O quizás lo contrario?